PRIMERA VIVIENDA PARA JOVEN PAREJA EN COSTA ESMERALDA
La carencia de
viviendas dignas sobre todo en los cinturones de crecimiento de las megalópolis
como Buenos Aires, Rosario y Córdoba, sumado a crecientes migraciones internas
y externas que se asientan en esas zonas, han llevado a niveles críticos
esta situación.
Por otro lado, los
actuales valores del terreno y de la construcción, bajos salarios iniciales y una compleja política de inserción
laboral, dificultan el acceso a la vivienda para la mayoría de los jóvenes.
El acceso a la
primera vivienda se ha convertido en una situación muy compleja para miles de
parejas que desean comenzar su vida familiar en la Argentina.
En este caso
conocemos a nuestros comitentes: Pablo y Sabrina.
Joven pareja, recién
casados.
Pablo es lic. en
diseño de Interiores
Sabrina es lic. en ciencias de la comunicación.
En este momento,
viviendo en una casa que han reciclado en el conurbano.
Pero buscando una
vida más equilibrada, lejos de las corridas diarias, con un mayor contacto con
la naturaleza, están pensando en aprovechar que el papá de Pablo, hace muchos
años, compró un par de lotes en las afueras de Pinamar, cuando lo que hoy es
Costa Esmeralda era solo un médano, sin prácticamente ni un árbol. Allí, con
los ahorros de todos los años de noviazgo y algunas ayudas extras de la
familia, podrían construir allí su primera vivienda. Pequeña, ya que según el
índice de costos de la construcción, sólo tienen fondos para construir 70 m2. Ni uno más!
El proyecto de vida
implica que Pablo montará su estudio de diseño en Cariló, que tiene movimiento
permanente durante todo el año, con un público exigente y ávido de buen diseño.
Sabrina comenzará dictando clases en colegios y en una universidad en Pinamar,
mientras se dedica en sus tiempos libres a escribir su primer libro.
Como la familia de
Pablo tiene una larga tradición en el trabajo con la madera, Pablo es un
exquisito artesano de la madera, por lo que un primer requerimiento es que la
vivienda utilice este material aunque no necesariamente en su totalidad, ya que
podrían utilizarse otros materiales nobles como el hormigón o la mampostería.
La filosofía de vida
de esta joven pareja es “menos es más”:
menos objetos, menos muros, espacios fluidos, flexibles y con un alto nivel de
diseño, con un relacionamiento muy directo de los espacios exteriores para
poder utilizarlos en los tiempos libres, y para poder disfrutar de paisaje de
las dunas, el mar o el bosque cuando se encuentran dentro de la casa.
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